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La Virgen de la Paz en Trujillo es un monumental Orgullo Copeyano

El Monumento a la Virgen de la Paz fue diseñado por el escultor hispano-venezolano Manuel de la Fuente e inaugurado el 21 de diciembre de 1983 por el entonces presidente de la República, Luis Herrera Campins.

Es una colosal estatua en honor a María. Está completamente hecha de hormigón y se encuentra a 11 kilómetros al suroeste de la ciudad de Trujillo, capital del estado Trujillo.

Con 46,72 metros (153,3 pies) de altura, es la 48.ª estatua más alta del mundo, la más alta de América del Sur y la segunda más alta de las Américas. También es la cuarta estatua más alta que representa a una mujer en el mundo y la segunda estatua más alta de María en el mundo.

Tiene 16 metros (52 pies) de ancho, con una base de 18 metros (59 pies) de profundidad y pesa 1.200 toneladas. El costo del monumento fue de 9 millones de bolívares.

El monumento se encuentra a unos 1.600 metros (5.200 pies) sobre el nivel del mar, en la región denominada Peña de la Virgen, donde se dice que la virgen María se apareció en el año 1570. Desde el monumento hay espectaculares vistas panorámicas de la región.

En un día claro, se puede ver todo el estado de Trujillo, partes de la Sierra Nevada de Mérida y la costa sur del Lago de Maracaibo.

Monumento a la Paz: idea cristiana de una Primera Dama copeyana

La construcción del monumento comenzó como una idea de la Primera Dama de Venezuela, Betty Urdaneta de Herrera Campins, quien era de Trujillo. También una idea compartida por la gobernadora del estado, Dora Maldonado de Falcón.

El 21 de diciembre de 1983, durante el año del bicentenario del natalicio de Simón Bolívar, se inauguró el Monumento a la Virgen de la Paz, con la bendición litúrgica del recién ordenado cardenal José Alí Lebrún Moratinos.

La estatua muestra a la Virgen María con un manto azul, y su construcción duró 18 meses, llevada a cabo por el escultor Manuel de la Fuente y el ingeniero Rosendo Camargo, con el apoyo de Juan Francisco Hernández.

Obra de Orgullo Copeyano con la bendición papal

A pesar de que el papa Juan Pablo II nunca visitó Trujillo, la dedicación del monumento contó con la presencia del embajador de Venezuela ante la Santa Sede, Luciano Noguera Mora, y estuvo acompañada de un mensaje televisivo y respectiva bendición del sumo pontífice que fue transmitido a la comunidad católica venezolana.

En el discurso que el escritor trujillano Mario Briceño Perozo pronunció durante la dedicación del monumento, al referirse a la tradición de subir a la Peña de la Virgen, dijo:

“Los alrededores de la peña ofrecen una exuberante vegetación. Los cafetales empapados de rocío bajo la protección de los altos bucares coronados de púrpura silvestre. Y a ambos lados del sendero de musgo, los helechos, el estoraque y las pascuitas que bajarán a la ciudad a perfumar el pesebre casero”.