El dirigente demócrata cristiano aseguró que no cree en atajos ni llamados a la calle
El presidente nacional de Copei, Miguel Salazar, indicó en entrevista para El Universal que el partido que representa ha participado en todas las elecciones desde su fundación, por tanto, la jornada comicial del próximo seis de diciembre no será la excepción.
“La vía para lograr el cambio es electoral, no creemos en atajos, en llamados a la calle, en el Maduro vete ya, entre otras. Promoveremos el voto como única herramienta para salir de este desastre donde estamos sumidos hace 21 años”, expresó.
Salazar admitió que las condiciones son adversas, y que a cuatro meses de la elección parlamentaria no hay un “material humano cuantificable” que garantice la protección de las mesas. “Esa es la realidad”, dijo y aseguró que en ello se concentrará el trabajo que tienen y van a hacer todas las organizaciones que acudirán a la contienda.
Dijo Salazar que desde que asumió la presidencia de Copei, tras una decisión del TSJ, impulsa una política de reconciliación social cristiana que emplaza a todos los factores políticos a dejar de lado las diferencias personales y a unirse para ofrecer un verdadero servicio al pueblo.
Erosión del piso político
Salazar sostuvo que “el experimento de la abstención” se ha practicado en varias oportunidades, comenzó en el 2005 cuando la oposición decidió no participar y el Gobierno se apropió de la Asamblea Nacional, e hizo desmanes, con leyes a su medida.
Comentó que el último ejemplo se remonta a las elecciones regionales, en las que el trabajo político fue incompleto, y por eso se ganaron apenas cinco gobernaciones y “una se entregó de una manera infantil por un liderazgo que no entiende que su presencia en los estados es fundamental para fortalecer el músculo electoral”.
Trabajo mancomunado
“Cada venezolano debe entender la responsabilidad histórica que tiene en estos momentos, una responsabilidad que no depende de la dirección de líderes y partidos. Y si se conquista el Parlamento no duden que haremos un trabajo mancomunado”.
El copeyano recordó que los Poderes electos por voto son el Ejecutivo y el Legislativo, y que este último elige los otros tres: Electoral, Judicial y Moral. En ese sentido, destacó la importancia de la AN para hallar soluciones a la situación del país.
Apuntó que hay que designar un contralor, un procurador y magistrados del TSJ. Habló de un nuevo nombramiento de rectores ante el CNE, porque, como parte de un acuerdo con el gobierno, el actual se conformó para organizar los próximos comicios, y por eso en enero hay que constituir un comité de postulaciones. “Todo se puede hacer de manera articulada en sana paz”, precisó.
Salazar subraya que el Gobierno no tiene la más mínima capacidad para resolver nada y siente animadversión hacia la inteligencia, pues “no cuenta con los mejores hombres para tutelar y administrar los recursos públicos, Venezuela lo padece a diario”.
Ejercicio infructuoso
“Es complejo contrarrestar la idea de la abstención, porque ha sido construida sobre una montaña de dólares y una irresponsabilidad enorme”, indicó Salazar, al tiempo que señaló que además resulta un ejercicio infructuoso, que Copei no hará.
Expuso que ninguna de las autoridades que suscribieron el documento en el que se establece la no participación en las parlamentarias de diciembre, es legítima. “Cómo harán cuando aparezcan las tarjetas de los partidos legales en el tarjetón, que le dirán a la gente”, se preguntó.
“Hemos tratado de hablar con el G4, que ya no es G4 sino G27, y ha sido imposible. He intentado comunicarme con todos los factores y no he tenido éxito. La vanidad de dirigentes que adversan al Gobierno es grande y no les permite encontrar puntos en común. ¿Será que algún día toda la oposición podrá sentarse en una mesa?”.
Estima que la comunidad internacional ha exacerbado la conflictividad y que la resolución de los problemas es venezolana y no pasa por directrices de los Estados Unidos.
Patricios vs. plebeyos
“No peleo con nadie y esa es la política de la gestión que encarna Miguel Salazar como presidente de Copei, junto a Juan Carlos Alvarado como secretario general nacional”, precisó el dirigente al ser consultado sobre la judicialización del partido, proceso que según manifestó, existe desde el año 2012, por diferencias entre “tres amigos”.
Cuenta que después de un “ir y venir de sentencias del TSJ , que lo llevaron a presidir la organización”, descartó la confrontación y convocó a todos los dirigentes copeyanos para trabajar por las venideras elecciones, de hecho, a algunos los invitó a encabezar e integrar la lista del partido a la AN.
“Se incorporó Enrique Mendoza, Luis Ignacio Planas, Johel Orta, y muchas individualidades a lo largo y ancho del país, que ahora diseñan planes estratégicos. Ha regresado una gran cantidad de líderes y los que no lo han hecho, es porque la vanidad no los deja”.
Aunque considera que la diatriba interna del partido demócrata cristiano está superada, “la compara con la lucha entre patricios y plebeyos, en la que los plebeyos decidieron abortar las pugnas”.